La Leyenda De El Gigante De Tampico

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Mejor conocido por los tampiqueños como “Pepito el Terrestre”, considerado en los años cincuentas, sesentas y principios de los setentas como el hombre más alto del mundo, pues medía 2 metros con 34 centímetros. 

 

Como antecedente histórico se cuenta que su enfermedad de “Gigantismo” se le presentó a los 9 años, padecimiento que lo imposibilito para continuar con sus estudios en la escuela primaria Gabino Barreda, y debido a que su familia era de escasos recursos tuvo que comenzar a trabajar a su corta edad. 

 

El apodo de “terrestre” se le adjudicó la gente, porque laboró un tiempo en los muelles con el Sindicato de Terrestres, de cargador en los mercados, entre otros oficios, más sin embargo era tan popular entre los habitantes del puerto por su enorme altura que llamaba la atención de la ciudadanía e incluso de los extranjeros que en situaciones solicitaban tomarse una foto con él. 

Las numerosas ofertas de trabajo le llegaron cuando tenía mas de 40 años en circos, en actividades deportivas e inclusive promociones comerciales por citar algunas, que fueron rechazadas por él, debido a su estado de salud que no era muy buena y a que no quería dejar solas a su madre Victoria Torres (a pesar de que tenia tres hermanos) ni a su esposa, Maria Garcia. 

 

Murió a los 58 años de edad de una insuficiencia cardiaca, el 15 de octubre de 1973 en su humilde vivienda, ubicada en la calle Tancol número 106 de la populosa colonia El Cascajal, sus restos se encuentran en el tramo 1 del lote 1 del Cementerio Municipal de Tampico. Hoy a los casi 34 años de su muerte el Ayuntamiento de Tampico, inmortaliza este personaje, que para quienes lo conocieron lo habrán de recordar nuevamente en su andar por las zonas bajas de los muelles y mercados, y para la nuevas generaciones permitirles conocer la historia de este característico hombre que calzaba del 15 y medio, como de uno de los tantos tampiqueños qué con el paso del tiempo, se convirtió en una leyenda popular. 

Su figura de bronce sin duda alguna será un atractivo más de la ciudad, una imagen que nos da orgullo y sentido de pertenecencia en la historia de Tampico.